domingo, 16 de octubre de 2011


Adolescentes en escena se presenta como el primer festival de teatro adolescente en la ciudad de Bahía Blanca. Nace de la iniciativa de generar un espacio cultural de intercambio vivencial donde el teatro y los adolescentes sean los protagonistas como actores y/o espectadores, promoviendo la expresión y comunicación de sus propios valores artísticos y sociales frente al compromiso e intercambio.
El Teatro es básicamente un espacio de comunicación, un espacio para sentir y pensar en acción. Un aspecto fundamental en la enseñanza del arte en las instituciones escolares es el aspecto referido a la producción y aún más, la relación de la producción con el contexto comunitario de pertenencia. Tal relación no sólo promueve la autogestión e independencia de criterios institucionales para valorizar, construir, crear espacios de expresión de una estética original en las producciones artísticas de los estudiantes sino compartirlas – además - con el entorno, contribuyendo de esta manera tanto al desarrollo de la percepción artística como al de las potencialidades expresivas y comunicativas que implican la producción.



Tradicionalmente – y muy especialmente en el ámbito educativo – se ha naturalizado un error en la comprensión etimológica de las palabras adolescente y adolescencia derivándolas del verbo latino "adolescere", que para el caso que nos ocupa indicaría carencia o falta de algo… Sin embargo, esto no es exacto.[1]

En realidad, en latín la palabra adolescentia, proviene del verbo adolesco, que no deriva de ad y doleo, sino de ad y doleo y su incoativo olesco. Este verbo expresa la idea de "el crepitar de los fuegos sagrados; los que llevan y transmiten el fuego; el crecer, desarrollarse, desenvolverse la razón, el ardor..."

Este error etimológico ha tenido importantísimas implicancias ideológicas y pedagógicas: no es igual pensar al adolescente orientado hacia un plus como es el significado que le daban los romanos ("el que porta el fuego de la vida nueva") que orientado hacia un mínimo ("el que adolesce, el que carece, el que le falta, tiene defectos o sufre")

Así, pedagógicamente hablando, se generan dos concepciones antagónicas de la educación de los jóvenes: una centrada en la supuesta "carencia adolescente", con el consecuente despliegue de estrategias tendientes a "llenar, cubrir, suplantar" este vacío y otra, centrada en el concepto (apoyado en la etimología) de "potencial, de crecimiento, de desarrollo hacia, de capacidad para ser desarrollada" de la cual derivaría toda una estrategia pedagógica que pone énfasis en que el adolescente "alcance logros adultos" y no en "esperar que se le pase la enfermedad de la adolescencia para entrar al mundo adulto".




En esta última concepción se enmarca la fundamentación teórica referencial general del presente Proyecto. Y, en lo específico, en
la comprensión y aseveración de que los modos en que se organiza un lenguaje artístico (entre ellos el teatral) dotará a los alumnos de los elementos necesarios avanzar en la construcción de discursos propios, de sentirse representados por formas de decir, de participar y construir experiencias de carácter social no sólo en su entorno inmediato sino también mediato.

Así, el lenguaje teatral constituye en sí mismo un objeto de conocimiento al que el alumno “… puede acceder mediante la vivencia de la acción dramática transitando aprendizajes estético expresivos. Esto le proporciona la posibilidad de desarrollar sus capacidades relacionales intra e interpersonales, en un proceso de construcción de la identidad individual y social, dado que habilita un espacio para la expresión de sentimientos, emociones, pensamientos por medio de la acción. A través del teatro los alumnos se comunican accionando en un juego de ficción simbólica. La práctica teatral en la escuela incide también en aspectos fundamentales a desarrollar en los jóvenes, tales como el ejercicio de la convivencia, la expresión de las dificultades, el acto de escuchar y de ponerse en el lugar del otro”.[2]

A partir de la elaboración e implementación de nuevos Diseños Curriculares se ha iniciado un proceso de debate sobre la educación artística en el Sistema Educativo Argentino y tal debate se explicita en los actuales documentos curriculares de los cuatro Niveles del Sistema Educativo. Así, “la Educación Artística es reconocida como un campo de conocimiento a ser considerado por las políticas públicas educativas, sociales, culturales y productivas en el contexto contemporáneo, conforme la proyección estratégica dada a la misma tanto por la Ley de Educación Nacional N° 26.206 como por la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires Nº 13.688”. [3]

Aunque las prescripciones legales resulten necesarias no alcanzan para llevar a cabo el proyecto educativo en ellas consagrado, y principalmente para su concreción en los procesos de enseñanza y de aprendizaje en las aulas y para su proyección en el caso de la nueva Secundaria “hacia una nueva institucionalidad para la educación secundaria (…) como parte de una nueva propuesta educativa y de la experiencia de la que queremos que nuestros jóvenes participen, en el encuentro con el mundo adulto y con los saberes necesarios para el desarrollo de una ciudadanía activa, para la continuidad de los estudios y para la vinculación con el mundo del trabajo[4] .

Es a partir de esta última afirmación y de los supuestos teóricos arriba explicitados es que se fundamenta el primer Festival Teatral Adolescente de la ciudad de Bahía Blanca para diferentes instituciones de la Región 22, tanto de Gestión Estatal como Privada) puesto que se constituye en:

- La oportunidad para los alumnos de producir como actores dramatizaciones (ya sea de creaciones colectivas y/o interpretaciones de distintos tipos de textos) que favorezcan no sólo el proceso de integración y contención a partir de ejercicios de confianza y desinhibición, sino también el reconocimiento del propio cuerpo y la comunicación grupal, valorizando el trabajo en equipo y la pertenencia al grupo, en el cual los alumnos tengan un espacio donde compartir sus inquietudes y compararlas con los demás, expresando y comunicándose por medio del lenguaje teatral.

- La oportunidad para los alumnos de apreciar como espectadores la representación de obras de Teatro, lo que implica una actitud pedagógica relacionada con la tarea de sensibilizar, ampliar esquemas perceptivos, brindar información cultural y construir un clima de intercambio y seguridad que les permita, luego de tomar contacto con otros jóvenes de su entorno, expresar lo que piensan y lo que sienten.

- La concreción de un trabajo preciso en redes interinstitucionales, no sólo a nivel de los Equipos de Supervisión y de Dirección (en este caso tanto de Nivel Superior como de Nivel Secundario) de las escuelas participantes, sino también de intercambio profesional, académico y social entre profesores




[1] Cfr.: Valentini, Rodolfo: Etimologías; Buenos Aires, 2008. En: Morillo, José Luis: “Mundo adolescente: rasgos en la posmodernidad” (artículo); 2011.

[2] Dirección General de Cultura y Educación: Diseño Curricular para la Educación Secundaria - Resolución N° 3.233; La Plata, 2006, p.121.

[3] Consejo Federal de Educación: “La Educación Artística en el Sistema Educativo Nacional” Resolución CFE Nº 111/10; Buenos Aires, 2010. Anexo 1 p.3

[4] Consejo Federal de Educación:”Lineamientos Políticos y Estratégicos de la EducaciónSecundaria Obligatoria” Resolución CFE Nº 84 / 09; Buenos Aires, 2009. Introducción